lunes, marzo 27, 2006

Bhopal: una masacre todavía impune

En la noche del 2 al 3 de diciembre de 1984, el sistema de seguridad de la planta de pesticidas de la ciudad de Bhopal, al norte de India, falló. De repente, una inmensa nube tóxica con 40 toneladas de gases letales invadió toda la zona. 8.000 personas murieron asfixiadas al instante, 14.000 lo hicieron durante las semanas siguientes, y aún hoy, medio millón de personas sufren aún las secuelas de aquella catástrofe.

Miles de personas quedaron ciegas, otras con problemas respiratorios crónicos, otros tantos tuvieron secuelas irreversibles en los intestinos, el útero o la piel, que les creó mutaciones hormonales, les dejó estériles o les produjo cáncer. 150.000 sufren alguna enfermedad crónica a consecuencia de los gases tóxicos, que les impide llevar una vida normal. Los hijos de los supervivientes también muestran síntomas de intoxicación.

Pero lo más preocupante: 21 años después de aquella tragedia, la mayor catástrofe química de la historia, la empresa propietaria de la planta de pesticidas, Union Cardibe, sigue impune. La poderosa multinacional abandonó la planta poco después de la fuga de los gases venenosos, dejando atrás grandes cantidades de sustancias tóxicas y todo un río, el único suministrador de agua de la zona, totalmente envenenado.

Unión Cardibe intentó eludir responsabilidades por la tragedia de Bhopal, y más adelante, en 1989, y viendo que eludir la responsabilidad era imposible (la presión internacional era demasiado fuerte) quiso salir al paso pagando al gobierno de la India una indemnización insuficiente: 470 millones, que en la práctica se tradujeron en apenas una indemnización de 400 euros por persona, dinero que ni siquiera cubría los gastos médicos.

Tras ello, Bhopal fue práctimente abandonada a su suerte, a pesar de que el número de muertos por la catástrofe seguía creciendo a pasos agigantados. Hoy en día, se calcula que cada mes 10 personas mueren en Bhopal como consecuencia de los gases que invaden su cuerpo.

Hoy, 21 años después, el gobierno Indio sigue sin haber llevado a juicio a Unión Carbide, la cual, de hecho, siguió creciendo y en 2001 se fusionó con otra poderosa multinacional, Dow Chemical, convirtiéndose así en la empresa química más importante del mundo. Las demandas se acumulan en los Tribunales de La Haya y EEUU, las cuales siguen todavía pendientes, mientras que el Gobierno Indio se niega a iniciar un proceso penal contra la multinacional.

Tras dos décadas de abandono e injusticia, los supervivientes han decidido actuar: el pasado 20 de febrero, 45 de los afectados salieron de Bhopal hacia la capital, Nueva Delhi. 1000 kms de recorrido a pie que les llevará mañana a la residencia del presidente indio, Manmohan Singh, para exigirle seis demandas: entre ellas, el saneamiento de las aguas envenenadas, la creación de una comisión nacional independiente que investigue lo ocurrido en Bhopal y la rehabilitación de la zona. "Si no nos escuchan -dice uno de los supervivientes- iniciaremos una huelga de hambre hasta la muerte. No volveremos a Bhopal con las manos vacías". Otra de las víctimas añade: "Si no hay justicia, no hay negocio. No podemos permitir que Unión Carbide siga enriqueciéndose en La India hasta que responda por los hechos".

Casos como el de Bhopal nos recuerdan el inmenso poder de las multinacionales y su gran capacidad para eludir la justicia y para quedar protegidas por los gobiernos que, chantejeados o presionados económicamente, quedan imposibilitados para hacer nada, sobre todo los gobiernos más débiles o de países más pobres. Y al mismo tiempo, ponen de manifiesto la poca efectividad de las ONG's y los organismos como la ONU, las cuales, lo único que pueden hacer es aportar ayuda humanitaria. De nuevo, una vez más en la Historia, es el pueblo el que tiene que reivindicarse para que se haga justicia.

Mientras tanto, las multinacionales siguen teniendo carta blanca para operar en los países menos desarrollados sin asegurar condiciones dignas ni una seguridad mínima para sus trabajadores, y sin que gobiernos ni organizaciones internacionales puedan hacer nada. ¿Hasta cuando?

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pedro como siempre sublime escribiendo. Estoy contigo en que hay que hacer algo con estos problemas, y la mejor forma de hacerlo es quejandose como tu lo haces.¡Genial!

10:38 p. m.  
Blogger Jose said...

Me parece una gran idea este blog, y muy acertado tratar temas tan intrascendentes para los occidentales, que debido a nuestro desconocimiento o a nuestra desidia no nos implicamos entemas que perfectamente podemso sufrir el día de mañana. Creo muy necesario tratar este tipo de temas, para que la gente reflexione, por lo menos, sobre el olvido que sufren en algunas zonas del mundo despues de pasar por una tragedia así. Un saludo, espero que visites mi blog: motorizados3.blogspot.como

11:18 p. m.  

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